jueves, 10 de marzo de 2011

Partidillo

Hoy he disfrutado de una mañana fantástica. He asistido a un partido de fútbol jugado por auténticos profesionales del fair play; y sin pagar un euro, porque, por supuesto, esas cosas que te alegran un instante o unas horas de forma genuina no tienen precio.
En la mitad de la mitad de un campo de fútbol convencional. Seis de esos locos bajitos; entre ellos una niña, un par de mocosos de cuatro, otro de unos cinco o seis y tres de unos once o doce, uno de los cuales aparentaba dieciséis por su constitución física.
No hay mucho más que contar. Pero la visión de ese partido hubiera sido un ejercicio interesante para un montón de gente con nombre.

4 comentarios:

  1. A veces encontramos la felicidad en la simple vida de toda la vida...

    Saludos

    mark de zabaleta

    ResponderEliminar
  2. Es cierto que lo que procura la felicidad no tiene precio. En cuanto le fijan uno, la fastidian.

    ResponderEliminar
  3. De acuerdo en eso, Lorenzo. Si además has pasado por según que situaciones, las cosas se viven de otra manera. Todas.

    ResponderEliminar