"Cualquier hombre que demuestre más juicio que sus prójimos constituye una mayoría de uno". Henry David Thoreau.
Cita de Thoreau al hilo de la horrible noticia que nos ha sacudido a los habitantes del otro lado del Telón de Acero. Ya no existe Hungría, sino Orbanistán. El premier húngaro Orban ha aprobado la nueva carta magna (¿?) húngara, donde:
a) se excluyen a las minorías religiosas (judíos, otomanos...)
b) se fija la cadena perpetua.
c) se somete toda resolución judicial al "buen juicio" del poder político que seguirá la primera premisa de la constitución ("Que Dios" el de 40 años con barba y tal, que está sobre una nube, o sea, el católico, "guíe al pueblo húngaro") para poder o no sancionar tal sentencia.
d) para que un partido pueda cambiar la carta magna necesitará 2 tercios de la cámara, o la mitad+1 jeffersoniana que, aunque chapucilla, más o menos es digerible.
Total, nos queda esa reflexión de Thoreau; el hombre contra el estado: el último refugio del hombre contemporáneo contra la impunidad de un estado.